Terapias Alternativas

El paciente interpreta su experiencia desde su necesidad, conciente o inconciente, que implica una estrategia de satisfacción hacia el mayor bienestar posible. En esta dinámica de la información se debe tender hacia el criterio de salud y para algunos la complementariedad del tratamiento de la medicina tradicional apoyado en terapias complementarias puede ser de gran ayuda.





El fin de las terapias complementarias debe ser el de ofrecer un abanico de posibilidades que colabore en el bienestar del paciente y su entorno familiar, inmerso en la filosofía de vida de cada persona.

Estas terapias no deben sustituir los tratamientos médicos tradicionales, sino complementarlos.

En la actualidad, muchas son las terapias complementarias existentes. Dependerá de cada paciente elegir si quiere probar alguna de ellas y ver si le proporciona beneficios o seguridad. Habrá quienes podrán sentarles muy bien, mientras que a otros, no.

Es importante saber que la eficiencia de éstas terapias no esta probada científicamente, por lo cual es difícil evaluar sus resultados. De aquí la importancia de mantener una comunicación fluida entre los profesionales intervinientes, o al menos que éstos estén en conocimiento de lo que el paciente este llevando adelante. Y que el paciente no deje de tomar su medicación habitual.

El yoga, la meditación, el Reiki, la reflexología, diferentes técnicas de masajes, música a través de sonidos armónicos, terapia bioenergética, risoterapia, técnicas de visualización, acupuntura (con o sin agujas), aromaterapia, como otras tantas técnicas, pueden ayudar al paciente a aprender sobre cómo relajarse, técnicas de respiración y demás beneficios que lo ayudarán a mejorar su estado general y su enfermedad en particular.

La danza, música y el arte en todas sus expresiones, como así el deporte, son parte de las alternativas con las que cuenta una persona como vía de contención y apoyo a su tratamiento médico.

Recuerde: Siempre es conveniente informarle a su médico lo que está haciendo.

Si el paciente decide incorporar a su tratamiento tradicional una terapia complementaria, será beneficioso para él una tarea conjunta entre los profesionales intervinientes.