Las almas gemelas son parte del grupo de almas que forman las conexiones karmáticas, pero se trata de dos personas que se destacan muy por sobre el resto de ese grupo en la mayoría de los aspectos de compatibilidad mutua. Su conexión usualmente proviene por haber compartido varias vidas pasadas que les han sido mutuamente positivas.
Nuestras almas gemelas nos conocen bien y comparten con nosotros muchas experiencias intensas y/o que nos acercan sentimental y emocionalmente.
Lo que se experimenta al producirse el encuentro con su alma gemela, la primera vez que ocurre dicho encuentro o en un tiempo posterior, puede manifestarse con algunas emociones muy especiales como sentir una energía frenética, que su corazón deja de latir, una sensación que se transmite por toda la piel, y otras manifestaciones emocionales y físicas que manifiestan la intensidad de nuestro deseo interior de estar con esa persona para siempre.
Lo dicho recién pertenece más a la situación del amor a primera vista. La misma experiencia de encontrarse con su alma gemela puede provenir de la comunicación que hace nacer los sentimientos que crean un lazo amoroso el cual deseamos que dure por toda una vida.
El amor a primera vista puede reflejar una intensa sensación de intimidad que puede indicar que nos hemos encontrado con alguien a quien hemos amado en alguna vida pasada. La otra manera de sentir que estamos con nuestra alma gemela puede ocurrir después de haber estado con esa persona en un número de ocasiones posteriores al primer encuentro. Esto también puede manifestarse como algo repentino, como al sentir celos cuando alguien muestra interés por esa persona, o la repentina aceleración de los latidos del corazón cuando quedamos cerca de él o ella. La atadura espiritual de las almas gemelas puede emerger después de un tiempo y usualmente causa un sentimiento como si se hubiera compartido un pasado entre esas personas lo cual implica el presentimiento de un futuro feliz como pareja. En términos de las vidas pasadas, proyectamos nuestro futuro con esa otra persona en base a una o mas experiencias compartidas en las vidas pasadas. El recuerdo de ese tiempo compartido juntos puede despertar las sensaciones asociadas en nuestra mente subconsciente al primer encuentro o después de sucesivos encuentros.
Algunas preguntas que la gente suele hacer son: "¿Alguna vez voy a encontrar mi alma gemela?", "¿Estoy con mi alma gemela ahora?", "¿Es él/ella mi alma gemela?", "Algo ocurrió, pensé que él/ella era mi alma gemela, ¿qué ocurrió?".
Posiblemente esas preguntas se relaciones con el problema común de la búsqueda de un amor incondicional e ilimitado. Esto puede reflejar la experiencia de amor por parte de ambos o uno de nuestros padres lo que para la mayoría ha sido sentido como incondicional e ilimitado. Ningún romance comparte esas características, ninguno es ni incondicional ni ilimitado.
Cuando nuestras experiencias reales no cumplen con esos estándares muchos de nosotros suponemos que no hemos encontrado la persona adecuada, y que cuando encontremos a la persona adecuada entonces quedaremos realmente conformes con la relación. Así podemos ir de relación en relación buscando algo que no existe fuera de nuestra relación materna/paterna.
El encuentro con quien hemos sentido como alma gemela nos permite la oportunidad de iniciar un romance amoroso y para hacerlo crecer hacia algo superior que signifique un lazo amoroso fuerte y duradero con niveles profundos de intimidad y pasión. Esto puede ocurrir después de un proceso de aprendizaje con un número de relaciones con otras almas pertenecientes al grupo de las conexiones kármicas, provenientes de vidas pasadas, las cuales han durado hasta sus etapas de ruptura.