Siempre que hagas Ho’oponopono debes considerar, a cada momento, estos aspectos:
Inspiración: mientras reflexionas o haces la limpieza, siempre debes estar abierto a escuchar la información que te proporciona la inspiración. A lo mejor te viene un recuerdo a la memoria, una asociación emocional, la consciencia de un patrón de conducta que repites, algo que has deseado a menudo. Mucha de esta información estará al alcance de tu consciente al plantear el problema, pero otra mucha aflorará como inspiración durante el problema.
Arrepentimiento: Toma la responsabilidad de haber aceptado y/o generado una serie de patrones, de creencias, de memorias y de asociaciones emocionales. Toma la responsabilidad que has tenido en mantenerlas, y la que tienes en transformarlas. Se consciente que todo lo que hay en tu vida es creado a través de tus memorias. Nada en tu realidad es incompatible con ellas. Siempre que tengas consciencia de alguna memoria, patrón o conducta no acertada debes entender que no debiste hacerlo (aunque todos tenemos derechos a equivocarnos), hasta el punto de decidir que nunca volverías ni volverás a repetirla. Escoge otra conducta mejor o el método para aprender a comportarte mejor.
Reparación: Siempre que te das cuenta de una acción, de una manera de pensar o sentir incorrecta debes corregir el error desde tu mente consciente. Si causaste daño, reconoce tu error, abandona las excusas, pide perdón e intenta reparar el daño. Si tu manera de actuar, sentir y pensar no son las mejores, escribe cómo te gustaría hacerlo. Busca la manera de aprender a hacerlo mejor. Si te das cuenta de una conducta errónea, de una manera de pensar o sentir que tienes que mejorar y, como mente consciente, decides no hacer nada (es decir, continuar con el error) y simplemente repetir frases y oraciones para que la divinidad interna lo cambie todo no pasa nada (nunca te va a obligar a un cambio es escoges persistir). Así que decide que cambios harás, que conductas aprenderás, cómo pedirás perdón.
Equilibrio: confía en el proceso, confía en los Yo básico y superior también están trabajando y haciendo su parte. Si la mente consciente tiene su colaboración, podrás transformar tus conductas, patrones y creencias con mucha más facilidad. Tienes que estar dispuesto a perdonar y liberar. Renuncia a exigir una reparación si te has sentido dañado ya que si esperas sigues ligado al problema en lugar de liberarte.