“Amado Padre, Creador de Todo lo Que Es: enséñame la verdad de mi mismo. Enséñame cómo puedo abrirme a dar y a recibir en balance.
Enséñame quién soy cuando doy y cuando recibo.
Enséñame tus bondades, y enséñame a no temer dar ni recibir.
Sana en mi todo obstáculo para recibirte en mi, y para recibirme a mi en mi. Enséñame Padre, enséñame.
Gracias, gracias, gracias.
Amén.”