CAPUCINE, CAPUCHINO, CAPUCHINA
♦ ETIMOLOGÍA
♦ Nombre de una flor cuya forma de cáliz, “en capucha de monje”, recuerda a los monjes capuchinos.
La etimología remite a la cabeza. Las memorias antiguas girarán alrededor de la decapitación o de la orca. La historia familiar nos lleva hacia la religión y hacia una capilla. Pero el carácter de Capucine, será el de alguien introvertido que ama la soledad y el aislamiento.
La utilización de esta capucha nos dará también pistas tan diferentes como niños muertos de meningitis, una persona queriendo guardar el anonimato, pero también un ancestro sobreviviente de una catástrofe natural. La raíz caldea es kaf, es decir la copa, el hueco de la mano. Este símbolo posee muchos niveles de lectura muy poderosos:
– La noción de potencia y de poder:
– La idea de una copa de la cual el primer sentido biológico es de recoger el rocío de la mañana. No será posible entonces de encontrar dentro de la genealogía problemas de deshidratación e incluso sobre el plan simbólico una sequedad emocional y una gran dificultad a pedir ayuda.
No será necesario escarbar muy lejos dentro de la historia familiar para encontrar a una persona haciéndose el tonto, pero también alguien cercano de quien la problemática esencial es el miedo de faltar.
Un interrogatorio dejará aparecer los antecedentes médicos familiares de diabetes o de enfermedades musculares con los resentires como la impotencia. La petición inconsciente es también una necesidad de libertad y se observa la memoria de un ancestro que partió pronto y lejos de su familia para poder vivir su plenitud. Los Capucines tendrán una problemática frente al trabajo y se orientarán hacia profesiones unidas a la estética y a la decoración.
♦ LENGUAJE DE LOS PÁJAROS.
Se observan dolores en la espalda. Capucine canta el estribillo “y si mi padre no estuviera muerto”. Ella es portadora de esta memoria de la muerte del padre dentro de la genealogía.